Había una vez una ratita que era muy presumida
Estaba barriendo a la puerta de su casa, cuando se encontró una moneda de oro
En cuanto la vio, empezó a pensar qué haría con ella
- ¡Ya sé! Me compraré una cinta de seda y con ella haré unos lacitos
- ¡Hola, señor Gato!
- Estás hoy deslumbrante. Dime, ¿querrías casarte conmigo?
- No sé... ¿y cómo harás por las noches?
- ¡Miauuuuuu, miauuuuu!, dijo el gato con un maullido muy dulce...
Buscando por internet, encontré diferentes atribuciones del cuento. Unos dicen que es anónimo, originado en la tradición oral; otros que lo escribió Hans Christian Andersen; otros, que fue Charles Perrault; y otros, que Fernán Caballero...
No hay comentarios:
Publicar un comentario