A su muerte, un humilde molinero dejó en herencia a su hijo pequeño un gato del granero. Decepcionado, el hijo pensó en comérselo para no morir de hambre, pero el gato, que resultó estar lleno de recursos, de dijo: "No debéis afligiros, mi señor, no tenéis más que proporcionarme una bolsa y un par de bota para andar entre los matorrales, y veréis que vuestra herencia no tan pobre como pensáis".
Ilustración de Carl Offterdinger (S.XIX)
Grabado de Gustave Doré
Se trata de un cuento popular europeo recopilado en el año 1500 por Giovanni Francesco Straparola; en 1697 por Charles Perrault; y en el año 1634, por Giambattista Basile.
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